Durante el desarrollo del curso
he ido adquiriendo muchos conocimientos interesantes. En primer lugar el origen
del tdah como enfermedad, destacando el fuerte componente genético que aparece
en los individuos afectados. De este modo, con un hándicap subyacente, los
alumnos se ven afectados por un medio escolar y social que no les es favorable
para su adecuado desarrollo, provocando importantes disfunciones a nivel
congnitivo y conductual, que son necesarias abordar adecuadamente.
También es destacable que los
diagnósticos de tdah no están libres de polémica y, a pesar de los avances
científicos, siguen elevándose voces que hablan de una enfermedad inventada,
que favorece el exceso de medicación en beneficio de las empresas farmacéuticas.
Año tras años los diagnósticos de
tdah aumentan y desde el entorno escolar se hace necesaria la formación. Hemos
aprendido lo importante del diagnóstico precoz, y la colaboración entre los
servicios médicos, la escuela y la familia, para su correcta atención.
Desde la escuela nuestro apoyo,
atención, comprensión y motivación constantes son imprescindibles, para atender
su problema, porque así debemos entenderlo. Son alumnos que tienen un problema
que es necesario atender, en contra de la visión que teníamos muchos hasta
ahora, que nos hacía ver que el problema era el alumno.
Hemos aprendido técnicas para
resolver o paliar, al menos, los conflictos. Debemos realizar las indicaciones
o correcciones una vez, no debemos argumentar en plena crisis, es inútil. Por
el contrario, debemos siempre propiciar el refuerzo positivo y las situaciones
favorables al éxito. Establecer instrucciones claras, en este sentido son muy
importantes las autoinstrucciones, con las que comprobamos la correcta
comprensión de lo que queremos de ellos. Debemos ayudarles a la organización
del trabajo, en el que las rutinas serán
esenciales (muy interesante ha sido conocer el uso y el significado de las
rutinas de pensamiento), establecer unos límites claros, favorecer la
organización de las tareas diarias, donde será muy importante la coordinación
con la familia.
También hemos profundizado en la
realización de adaptaciones curriculares, donde se refleja el trabajo que deben
desarrollar. No implican un menor nivel de exigencia curricular, pero sí una
adecuación a las necesidades cognitivas, de modo que puedan centrarse en lo
esencial, reflejando la metodología que llevamos a cabo, de igual modo las
pruebas escritas se adaptan para evaluar de acuerdo con el trabajo que estamos
realizando con ellos y que les permite centrarse adecuadamente.
En definitiva, un curso bastante
práctico que nos ha facilitado el acceso a una serie de conocimientos que
podemos aplicar sin dificultar alguna en el tratamiento de nuestros alumnos con
tdah.